La transformación y evolución de los procesos productivos tradicionales es una necesidad más que acuciante. No hay sector que se escape: aún en 2025, la mayoría de modelos productivos siguen atados a paradigmas económicos del siglo XX, algo que choca de frente con la realidad actual. Por tanto, es vital realizar un esfuerzo sincero por adaptar las industrias más tradicionales (por lo menos aquellas que operan a gran escala) a las actuales necesidades climáticas y energéticas.
Para comunidades como Extremadura, en alto grado dependientes de la industria agrícola, y al mismo tiempo reservas de una biodiversidad y ecología únicas, encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección medioambiental es una tarea crítica para el bienestar de la región. Por eso resulta clave la participación de entidades locales en iniciativas como el proyecto RoboCoop-EU, que busca la innovación precisamente en esa linea de desarrollo.
Este proyecto Europeo, en el que la Universidad de Extremadura actúa como socio coordinador, orienta su trabajo en torno a un objetivo claro: la puesta en valor de los residuos de 3 sectores agrícolas concretos: uva, oliva, y fruta de hueso. Estos tres cultivos, además de ser de particular importancia para la economía extremeña, producen residuos con un amplio potencial de aprovechamiento. En concreto, se espera encontrar resultados en el desarrollo de productos del bio-refinamiento de los compuestos activos de dichos residuos, en ámbitos como la medicina, la cosmética, o el sector biosanitario.
El objetivo fundamental del proyecto, más allá del desarrollo puramente científico, es poner en valor la sostenibilidad de los sistemas económicos basados en la circularidad y el cooperativismo. De ahí que se busque involucrar en el proceso a las cooperativas locales: un modelo de producción que en éste sector se usa para vertebrar la actividad de las operaciones agrícolas más pequeñas. Son a menudo éstas las que conservan modelos productivos más tradicionales, y también las que, por su ámbito de actuación, pueden implementar mejor nuevas soluciones de sostenibilidad.
También con el fin de integrar mejor el ecosistema de innovación local, se han creado en el ámbito del poryecto RoboCoop-EU los Living Labs, espacios de co-creación situados en regiones rurales conectadas con el proyecto. En el caso de Extremadura, el Living Lab se gestiona desde FUNDECYT-PCTEX. De la misma forma, la Universidad de Extremadura se encargó de dar el pistoletazo de salida al proyecto con un evento de inauguración en Enero.
En definitiva, proyectos como RoboCoop-EU representan una oportunidad única para revalorizar los sectores agrícolas tradicionales desde la innovación y la sostenibilidad. Integrar la ciencia, la tecnología y el conocimiento local es clave para construir un modelo productivo más resiliente y respetuoso con el entorno. Solo así será posible garantizar un futuro próspero y sostenible para regiones como Extremadura.