Miguel López
La interoperabilidad es una de las herramientas más potentes para aprovechar al máximo las ventajas de la digitalización. Al permitir la integración del mayor número posible de herramientas externas —gracias al lenguaje común utilizado por todas ellas—, se multiplican las funcionalidades que un sistema dado puede ofrecer. Al mismo tiempo, el hecho de que los propios datos, materia prima de cualquier sistema digital, sean almacenados y gestionados de acuerdo a unos estándares comunes permite su aprovechamiento por una gran variedad de actores distintos, maximizando así los resultados de cualquier análisis generalizado.
No es de extrañar, entonces, que desde las instituciones y principales entidades del sector de la transformación digital, y sobre todo de las Ciudades y Territorios Inteligentes, se esté buscando fomentar una norma estándar que permita la mayor interoperabilidad posible entre sistemas. En España, esta estandarización viene marcada por la norma UNE 178104.
Las normas UNE, elaboradas por los Comités Técnicos de Normalización de la Asociación Española de Normalización, establecen unos criterios cuya adopción no es a priori obligatoria —al contrario de lo que pasa con los reglamentos técnicos, o con las normas europeas EN. Sin embargo, las distintas entidades integradoras y usuarias finales suelen imponer la adherencia a estos estándares, por ejemplo a través de requisitos concretos en pliegos de licitación en el caso de contrataciones públicas.
Entonces, ¿Qué es lo que codifica esa norma UNE 178104:2017? Su título no deja lugar a dudas: Sistemas Integrales de Gestión de la Ciudad Inteligente. Requisitos de interoperabilidad para una Plataforma de Ciudad Inteligente. Dicho de otra forma, regula los sistemas centrales que permiten organizar, distribuir y procesar toda la información generada por los distintos elementos de una ciudad inteligente, y los mecanismos que aseguran la interoperabilidad de los mismos.
La norma en sí consta de 4 bloques fundamentales: En el primero, se da una vista funcional de las ciudades inteligentes, concretando los servicios que debe ofrecer una Plataforma Integral. En el bloque número dos, se presentan las características generales que deben presentar los elementos de la plataforma, los distintos módulos que integran un sistema de estas características y su categorización en el llamado modelo de capas, y se identifican ciertos problemas de interoperabilidad actuales. El bloque número tres proporciona distintas métricas mediante las que valorar una Plataforma Integral, y el número cuatro está dedicado a los anexos.
Esta norma viene complementada por otras publicadas por el mismo Comité Técnico (CTN 178): normas como la UNE 178301 (gestión de datos abiertos), UNE 178201 (Definición y atributos de las Ciudades Inteligentes) o la UNE 178501 (Destinos Turísticos Inteligentes). En conjunto, todas estas guías configuran una infraestructura imprescindible para asegurar la calidad, transparencia y efectividad de las Ciudades y Territorios Inteligentes.