La estrategia de digitalización llevada a cabo desde la Unión Europea no es en absoluto monolítica. A pesar de optar por una línea de actuación razonablemente estandarizada, las necesidades de cada región son particulares a esa región, y por tanto las acciones llevadas a cabo para producir una verdadera transformación digital deben estar igualmente adecuadas a dichas necesidades.
Durante los últimos años, una de las herramientas usadas para asegurar la relevancia de lo local en esta estrategia ha sido los Centros de Innovación Digital (DIH, por sus siglas en inglés). Estos centros, acreditados por la Unión Europea, conformaban una red extremadamente heterogénea: los únicos requisitos para convertirse en DIH eran ser una organización sin ánimo de lucro, con la capacidad y el objetivo de llevar a cabo actividades de digitalización en su entorno local.
Esta clasificación, ahora obsoleta, ha servido sin embargo como primer paso para la siguiente etapa de la estrategia de digitalización europea: los EDIH —Centros de Innovación Digital Europeos—, que en gran medida están llamados a actuar como centros aglutinadores de los distintos recursos digitales de cada región.
En el caso de Extremadura, las principales entidades relacionadas con la digitalización de la comunidad se han conformado en organizadoras del EDIH extremeño: así, organismos como las Diputaciones Provinciales y Cámaras de Comercio de Cáceres y Badajoz, Computaex y la Universidad de Extremadura, con Fundecyt-PCTEx como entidad coordinadora, son los principales componentes de un Nodo de Innovación Digital para Extremadura — el EDIH Tech4Efficiency.
Aunque las actividades de los diferentes EDIHs van desde la divulgación y la creación de ecosistemas de innovación hasta tareas especializadas de formación y especialización, quizá uno de las funciones más interesantes en este sentido es el de servir como puntos de acceso a financiación europea de servicios digitales. De manera simplificada: muchos futuros proyectos ligados a la aplicación de servicios tecnológicos (automatización, computación de alta capacidad, digitalización y analítica…) serán financiables sólo si los proveedores de estos servicios forman parte de un EDIH. Así, es a través de los EDIH que estos proveedores (llamados «Activos» en el caso del Tech4E), podrán ofrecer servicios con las garantias de calidad de entidades oficiales, y el apoyo de las políticas europeas (en ese sentido, se trata de un modelo parecido al usado a la hora de implementar el Kit Digital, del que ya hablamos en una publicación anterior.
Un buen ejemplo de este tipo de iniciativas es el Programa de Apoyo a los Digital Innovation Hubs (PADIH), enfocado a mejorar la competitividad de las PyMEs a través de la innovación digital.
Por otra parte, esta estrategia se basa no solo en asegurar una vía adecuada de acceso a financiación y servicios, sino también en adecuar la selección de éstos a las necesidades de las empresas y organizaciones que vayan a usarlos. Por ello, además del catálogo de activos, los EDIHs cuentan con un formulario que permite concretar los requisitos específicos de cada entidad, así como un cuestionario de madurez digital enfocado a determinar el grado de integración tecnológica de cada empresa, ayudando a identificar la solución o servicio que mejor se ajuste a cada proyecto concreto.